Conozcamos algo más sobre las Máximas que José de San Martín escribió para su hija Mercedes.
Bruselas era una pequeña cuidad de menos de 80.000 habitantes donde todo era cercano y las distancias, cortas. En ese entorno más sosegado, San Martín disponía de mayor tiempo para disfrutar de sus actividades favoritas, entre otras caminar por la ciudad, asistir a la ópera, mantener su correspondencia, trabajar la madera en su pequeño taller (habitación) de carpintería, completar su biblioteca, practicar equitación y viajar a otras ciudades cercanas. Había cumplido 47 años y gozaba de buena salud. Su hija Mercedes había permanecido en Londres bajo la tutela de la señora Frances Simpson, para finalizar su ciclo lectivo en el muy prestigioso Hampstead College. En esta nueva vida de tranquilidad que le daba el entorno de su retiro, el General escribe las Máximas para Mercedes, una visión de vida basada en valores éticos, morales y patrióticos.
- Humanizar el carácter y hacerlo sensible aun con los insectos que nos perjudican. Stern ha dicho a una mosca, abriéndole la ventana para que saliese: anda, pobre animal, el mundo es demasiado grande para nosotros dos.
- Inspirarle amor a la verdad y odio a la mentira.
- Inspirarle gran confianza y amistad, pero uniendo el respeto.
- Estimular en Mercedes la caridad con los pobres.
- Respeto sobre la propiedad ajena.
- Acostumbrarla a guardar un secreto.
- Inspirarle sentimientos de indulgencia hacia todas las religiones.
- Dulzura con los criados, pobres y viejos.
- Que hable poco y lo preciso.
- Acostumbrarla a estar formal en la mesa.
- Amor al aseo y desprecio al lujo.
- Inspirarle amor por la patria y por la libertad
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